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La geografía para aprender sobre la diversidad

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Muchas veces, no somos conscientes de las virtudes que conlleva el aprendizaje de la geografía. La geografía humana es una de las mejores maneras para aprender sobre la diversidad. Este aprendizaje es clave para que los niñossean conscientes del mundo en que vivimos.

Como padres y educadores queremos que nuestros hijos vayan interiorizando que hay un montón de culturas diferentes, la diversidad social, cultural, económica, religiosa... y también, de los problemas que a todos nos preocupan. La geografía es una herramienta determinante en este conocimiento y, al mismo tiempo, contribuye en el desarrollo de capacidades, actitudes y competencias muy importantes en la educación.

Es difícil para los niños ser conscientes de las dimensiones y de la complejidad, y este es otro de los objetivos de nuestras apps ayudarles a comprender las magnitudes; ya sean sociales o espaciales.
Esta percepción de la dimensión va estrechamente ligada a la conciencia del ser humano que vive rodeado por un medio natural y social. Contribuye, por ejemplo, en el aprendizaje y la comprensión de una diversidad de culturas.

En primer lugar, si ellos tienen claro que hay diversidad cultural, religiosa y social, también tendrán claro que pertenecen a un territorio concreto. Un territorio con una cultura determinada y una sociedad concreta.

La conciencia de la diversidad es la base para entender el mundo multicultural en el que vivimos y hacer desaparecer la xenofobia. Nuestras apps tienen un enfoque multidisciplinario que les ayuda a desarrollar, como ya hemos dicho, habilidades mentales e instrumentales. Estas habilidades se fomentan a partir de la interpretación de mapas, imágenes o gráficas.

El objetivo de muchas de nuestras aplicaciones es que los niños tomen conciencia del mundo en que vivimos; un mundo que se podría describir con la palabra diversidad. Pero, al mismo tiempo, un mundo donde todos somos iguales, todos tenemos los mismos problemas y todos tenemos nuestras perspectivas del mundo. Ninguna de ellas del todo cierta pero, evidentemente, tampoco falsa. Un mundo donde todos los padres queremos que nuestros hijos aprendan jugando.